Crátera del 530 aC. Despedida de Héctor de su esposa, Andrómaca, mientras Paris y Helena, a la izquierda, intentan no prestar atención.
A pesar de ser considerada una de las artes menores, la cerámica alcanzó un gran nivel artístico en la Antigua Grecia.
La calidad alfarera y la de sus decoradores fue evolucionando a lo largo de los siglos hasta el punto de que en la época clásica sus autores fueron considerados tan importantes como arquitectos o escultores.
En su evolución podemos distinguir tres grandes periodos: el periodo geométrico, el de las figuras negras y el de las figuras rojas.
El ánfora del Vaticano representa un hito sin igual en la historia de la cerámica griega. La escena de Aquiles y Ayax jugando a los dados consagra a Exequias como el pintor de vasos más importante e influyente entre los que cultivaron la técnica de figuras negras.
La cerámica griega es el mejor reflejo que tenemos de la vida y costumbres de la cultura griega arcaica. Los pintores que decoraban estas piezas frecuentemente eran los mismos que las moldeaban. No tenemos datos apenas del aprendizaje de estos artistas pero, por el fabuloso efecto que causan las vasijas y la compleja técnica que en ellas se emplea, debió tratarse de una dura y muy completa formación. Esta hidria que contemplamos es uno de los mejores ejemplos de la la técnica de las figuras negras.
Esta hidria , destinado por su forma peculiar a contener y transportar agua, está pintado con la técnica de figuras negras y se atribuye al Grupo de Leagros.
El Kílix de Dúrides y Calliades más conocido como Pietá de Memnón, es un kílix, (copa de cerámica para beber vino, con un cuerpo relativamente poco profundo y ancho levantado sobre un pie y con dos asas dispuestas simétricamente), elaborado en la Antigua Grecia. y que data del año 490 - 480 a. C.,
